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El Do Tank Tabula Rasa propone mediante la reflexión crítica transformar ideas en acciones

¿Arquitectos del futuro o esclavos del pasado?

¿Arquitectos del futuro o esclavos del pasado?

El desarrollo tecnológico es tan vertiginoso que en los próximos 20 años veremos mayores avances que en los últimos 2000. Las amenazas están dirigidas a la sociedad, a las infraestructuras del estado y a las fuentes de recursos. Los desafíos globales, regionales y locales transitarán por la capacidad para enfrentar crecientes conflictos de carácter social; acciones del crimen organizado; y terroristas trasnacionales, violentos y sectarios.

La física cuántica, la biotecnología, la robótica, la nanotecnología, la banda ancha, la exploración del espacio, las infraestructuras, y las energías renovables evidencian una revolución sin precedentes. El cambio climático sólo podrá ser revertido con soluciones globales difíciles de implementar,

solamente, desde los organismos estatales. Los desastres naturales requerirán respuestas inmediatas que atenúen su impacto. El calentamiento global tiene consecuencias geopolíticas. Se producirán migraciones en masa que convergirán hacia los polos, configurando un nuevo mapa mundial.

El ritmo previsto de crecimiento poblacional es de 80 millones por año. Para el año 2025 existirán 40 megaciudades con más de 10 millones de habitantes. Un desafío de gobernanza sin precedentes para todo estado.

El tiempo y el espacio son ejes fundamentales de la acción, pero se han configurado nuevas dimensiones espaciales como el ciberespacio y la órbita espacial. El dominio de esta última es un desafío científico-militar que demanda la acción privada y la estatal, ya que la disputa por su control es la que está llevando a repensar el desarrollo de los medios en la conformación de los instrumentos militares. La digitalización del campo de combate depende de esta quinta dimensión, es en la órbita espacial donde los satélites sostienen gran parte de los sistemas del espacio tridimensional

¿Y por casa? ¿Cómo andamos?

Sobre el diagnóstico hay mucho escrito y, en general, opiniones coincidentes. El tema es definir qué va a hacer nuestro país al respecto. ¿Qué debe hacer la Argentina para enfrentar esos desafíos y para disponer de una capacidad de defensa acorde a su territorio, recursos e inmensas oportunidades geoestratégicas? ¿Que política de defensa se debe trazar a partir de la confluencia de la situación geopolítica y los riesgos planteados por el futuro de la Antártida, el Atlántico Sur, el cambio climático, las megaciudades, el aumento del nivel de los océanos, el indigenismo, la falta de alimentos y las migraciones forzadas, en conjunción con las amenazas del ciberespacio y el uso de la órbita espacial?

La Argentina debe realizar una profunda transformación en materia de defensa. Las últimas décadas nos han encontrado discutiendo sobre las causas de nuestros problemas, mirando al pasado y haciendo poco y nada por pensar y definir los conflictos que nuestras FFAA van a experimentar en 2050. Así, seguimos con el equipamiento de los 70, el despliegue de los años 30 y la ocupación de cientos de guarniciones que no tienen ninguna relación con los conceptos de movilidad, despliegue rápido y fuerzas ligeras que tanto se escuchan en los discursos políticos. Tampoco se mencionan los necesarios cambios en el arcaico marco legal, que no tiene nada de visión de futuro y es la principal atadura que no permite evolucionar, amén impedir el máximo aprovechamiento de los recursos de los que el país dispone.

Por supuesto, se requieren un sinnúmero de cambios de políticas, de estrategias y también de procedimientos administrativos y de gestión de las 3 FFAA, y que comience con la optimización de todas las estructuras disponibles. Aún queda mucho camino por recorrer en cuento a la verdadera integración y la requerida interoperabilidad.

Por razones de espacio, no es posible exponer demasiados detalles de los cambios necesarios. Brevemente, mencionaré las estructuras que, desde el Do-Tank Tabula Rasa, el centro de estudios que integro desde 2017, consideramos que la Defensa Nacional del 2050 debe, inexorablemente, disponer:

  • Un sistema Nacional de Inteligencia que concentre todos los ámbitos de la actividad. La información debe procesarse en forma integral y facilitar la toma de decisiones en los más altos niveles.

  • Un sistema de Ciberdefensa – Ciberseguridad que concentre todo el conocimiento y defina las acciones resultantes. El dominio de la cuarta dimensión es vital para sostener las infraestructuras y proteger a la sociedad.

  • Un único sistema para el control eficaz del espacio marítimo y fluvial, que concentre todos los medios de los que dispone el estado.

  • Un sistema para el control eficaz del espacio aéreo, que concentre todos los medios aéreos disponibles e incluya la defensa y operación en el espacio, con una mayor integración entre lo público y lo privado.

  • Una Organización destinada a la ayuda humanitaria, catástrofes naturales y monitoreo de los recursos con capacidad para ser desplegada en todo el ámbito nacional y regional.

  • Un sistema destinado a las operaciones militares terrestres, organizado para operar en escenarios restrictivos, caóticos, complejos y ambiguos, en cualquier lugar donde se requiera su presencia. Con su poder de combate basado en el trabajo en equipo y en un óptimo nivel de entrenamiento permanente, con la máxima explotación de los recursos asignados y claros puntos de encuentro entre las estructuras de defensa y de seguridad. Preparado para operar con un nivel de tecnología acorde a la amenaza que enfrenta, con gran capacidad para innovar y operar con medios alternativos disponibles.

    Un camino para el cambio

    Para concluir, la forma de prepararnos para los conflictos que se avecinan es definir los escenarios del 2050, determinar las amenazas (por prioridad) que vamos a enfrentar, establecer la estrategia con las que se hará frente a esas amenazas y, finalmente, conformar la fuerza (misión, organización, despliegue y equipamiento) necesaria para operar sobre la base de la estrategia definida.

    Continuar tomando como base lo que las FFAA disponen en el presente para ver si mágicamente le estiramos la vida útil, o agregarle algún “espejito de color” y pretender con eso estar en aptitud para combatir la guerra que viene, no sólo es gastar pólvora en chimangos sino creer que se dispone de una capacidad de defensa que, en realidad, no existe.

    Publicado por la revista DEF Feb-Mar 2022 Edición Nro 146 Año XVI

    AUTOR: DANIEL MARTELLA. COFUNDADOR DE DO-TANK TABULA RASA. Teniente Coronel (R) del Ejército Argentino.

Rescatar el espíritu guerrero

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