Episodio 12 - Sinfonía de Nodos Humanos Autoregulados (Quarto ordos Ciber bellum)

Enero de 2031.  
Calor y humedad en Buenos Aires, como tantos veranos. Muchos están disfrutando de la costa atlántica, de las sierras o las montañas; es una época típica de vacaciones para quienes siguen las viejas costumbres.  Pero no todos. Graciela, apasionada de todas las novedades tecnológicas, integra el Pelotón Terrestre 16. Está de vacaciones, pero como las tecnologías le apasionan, pasa varias horas por día perfeccionando sus técnicas de navegación de la Dark Web .  Es amiga de Diego, que integra el Cuerpo de Ciberdefensa.  Con él y Julio, hicieron el curso de “Ciberoperador Furtivo”, pero Graciela no que se quedó en Ciberdefensa.  Su vocación, perfil, conocimientos, habilidades y destrezas le permitieron ser preseleccionada para el Cuerpo Terrestre; ella ha sido premiada por su rendimiento para gestionar el conocimiento cibernético del PT 16 y disfruta, aún en vacaciones, superando desafíos con simulación de ciberataques, a los cuales se acceden en la “web oscura” ganado credibilidad de ciberguerrero frente a otros “pares”.  Así, el contacto con el ciberespacio está presente en todos los Cuerpos de la FDA. 
La cibernética ya no es un término extraño para los militares.  Año tras año, se refuerza la concientización y se actualiza el conocimiento colectivo incorporando destrezas y habilidades homogéneas para estar preparados frente a los riesgos y amenazas que siguen una dinámica sólo posible de afrontar mediante la adaptación continua al entorno, basada en las propiedades de la cibernética de 2do orden . Este nivel sólo constituye la “línea base”.  Los Centros de Prospectiva Científicos – Tecnológicos de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), generan año a año propuestas de evolución orgánica de la FDA para alcanzar el siguiente grado de capacidad como instrumento militar de la defensa, sea de 3er orden o “saltando” directamente a propiedades organizacionales de 4to orden . Los estudios prospectivos se aplican en laboratorios de simulación de comportamiento organizacional, grupal e individual, diseñados a partir de las experiencias que disponían las FFAA.
Los especialistas de la UNDEF trabajan en comunión de intereses junto a expertos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). La guerra clásica probablemente está lejos, pero los conflictos tienen sus prolegómenos en el ciberespacio, en donde la “virtualidad” de las acciones empieza a tener sus efectos cinéticos y se experimentan tecnologías creadas para otros fines, como blockchain  usada por las criptomonedas , para la ciberprotección y el “testeo” de la furtividad en el ciberambiente militar.  Se generan dos debates anuales con los altos mandos de la FDA, discutiendo las condiciones necesarias y suficientes para que la organización militar sea viable y tenga un comportamiento flexible frente a entornos cambiantes y complejos, a partir de redefiniciones de estructura, actividades, interrelaciones y flujos de información. El resultado es la detección temprana de “patologías” desde la perspectiva de la cibernética como “ciencia madre”, sean estructurales, funcionales o aquellas relacionadas con los sistemas de información y comunicación. 
Los mandos y los científicos constituyen los principales stakeholders  para que el “sistema militar” como instrumento de la defensa nacional sea viable y eficaz en su entorno, desde la perspectiva política, la coordinación, el control, los procedimientos y la inteligencia colectiva.
Los laboratorios científicos y tecnológicos de la UNDEF y del Ministerio Nacional de Ciencia y Tecnología han superado las barreras ideológicas del siglo XX y trabajan proyectando tecnologías disruptivas para la Defensa Nacional.  El Sistema de Producción para la Defensa ha integrado sus centros de obtención con otros de los países de la DASUR, en base a proyectos de largo plazo vinculados con áreas del conocimiento espacial, cibernético, del medio ambiente y de defensa de la riqueza antártica y marina. 
La FDA ha cambiado su perspectiva sobre el ciberespacio. Cada Cuerpo no especialista ha desarrollado su doctrina específica para actuar antes, durante y después de las operaciones militares, en tiempo de paz y de conflicto o guerra, en su propio dominio (terrestre, naval o aéreo) “atravesado” por el ciberambiente de interés específico.  
Cada soldado, marino o aeronáutico, cualquiera sea su jerarquía, es un “nodo cibernético”, conectado en red o temporariamente aislado, pero preparado frente a los riesgos de ser detectado en algún momento, geolocalizado, rastreado y emboscado “digitalmente” para vulnerar sus destrezas y habilidades en su dominio específico.  Su comportamiento está sincronizado hacia arriba, abajo y al lado, tiene conciencia que puede ser un “cazador cibernético furtivo” o un “nodo humano autorregulado”.  Si olvida que en su ambiente específico el ciberespacio lo jalona, rastrea o anula, puede generar un “punto de falla” del sistema militar.  Frente al accionar furtivo que puede adoptar en cualquier momento, todo militar se ha regenerado y ha superado su “ingenuidad cibernética”.  Es consciente que no puede ser un actor débil frente a un activo de información, sistema o infraestructura crítica que está en su entorno de red. Sabe que, para el oponente, aún en tiempo de paz, las organizaciones pueden ser analizadas “desde el ciberespacio”, en su orden de batalla, capacidades, misiones y funciones, sistemas de armas, configuración, debilidades y vulnerabilidades específicas.  
Han pasado 10 años desde el inicio de la Regeneración de Fuerzas. Hay conocimiento colectivo valioso sobre el ciberespacio como “medio” y como “ambiente”.  Se sabe que las redes sociales e Internet dejan huellas prácticamente imborrables que pueden ser explotadas de manera permanente por los oponentes.  También, los integrantes de la FDA “ven” al ciberespacio como un ambiente de oportunidades y ventajas para las organizaciones que quieren ser disuasivas, aún en su ambiente no cibernético.  La inteligencia colectiva dirigida por los niveles superiores, en ese sentido, puede usar el ciberespacio para las operaciones de información que produzcan una ventaja estratégica.  Las fake news  son uno de los resultados posibles de uso inteligente del ciberespacio por actores políticos, militares, agencias de inteligencia y otras organizaciones o grupos de interés.
Todos los integrantes de la FDA concurren a sus lugares habituales de trabajo y, uno a uno, al llegar a su nodo electrónico asignado retiran su dispositivo digital operativo (y dejan su Token Personal Identifier ) en el gabinete sellado con una malla “nano_F” .  Es uno de los logros de la comunidad científica y tecnológica nacional, en comunión de intereses con el sector de I+D de la UNDEF. Los smartphones y otros dispositivos móviles empiezan a caer en desuso en nuestro país. Los dispositivos de IoT  han sido regulados por el gobierno, debido a las necesidades exigentes de ciberseguridad y la vertiginosidad de adopción por parte de la población.  En los países avanzados todos los habitantes, cuando se conectan lo hacen por medio de cualquier dispositivo IoT (un semáforo, el portón inteligente de un edificio, una videocámara de seguridad ciudadana, entre tantos).  Todos brindan conectividad a cualquier habitante; el control de acceso seguro a su entorno habilitado se basa en cada dispositivo IoT personal que, al contacto con la piel, toma una muestra de ADN, “sensa” una frase secreta con su patrón de voz e integra estos datos con otro factor de reconocimiento biométrico (facial o dactilar) que se combinan criptográficamente como unidad personal de identificación en la red que se trate. En la Argentina, este comportamiento comienza a adoptarse y es una tendencia creciente e irreversible.  
La generación T (touch ) está comenzado a poblar la base de la pirámide que representa a la FDA.  Su brecha con la generación Z (centennials ) es poco relevante y juntas representan casi el 80% de los efectivos. Su entorno personal, rutinario y profesional no se concibe sin la geolocalización, los dispositivos táctiles y móviles, la conexión en red de modo permanente y desde cualquier lugar, la disponibilidad compartida de contenidos y la sociabilización mediante la tecnología.  La horizontalidad del conocimiento es inevitable.
Los mandos de la FDA se han adaptado y comparten características de los millennials (generación Y ) y centennials.  La Regeneración ha alcanzado la dinámica suficiente para producir el impacto deseado en la defensa nacional. El Comando del Cuerpo de Ciberdefensa y su “estado mayor” reflejan el punto de inflexión alcanzado. La Comandante es Lidia, alcanzó su Doctorado en Física con una tesis sobre “Modelo de Ciberseguridad Crítica basado en la Teoría de Cuerdas ”, con mención Suma cum laude; se ha entrenado en Alemania para la toma de decisiones en situaciones críticas extremas (por ejemplo, casos de accidentes nucleares).  Lidia es asistida por Francisco, especialista en Ciberguerra del Futuro, que ha desarrollado aptitudes para operaciones cibernéticas disruptivas entrenándose con el Ejército Popular de China. Este “estado mayor” se completa con una joven ingeniera cibernética , Marisa, con conocimientos y aptitudes para explotar las tecnologías cibernéticas todavía ocultas en la “web profunda” y Alberto, un viejo Coronel oficial de estado mayor distinguido y valorado por su apertura intelectual, que ente 2020 y 2025 tuvo la responsabilidad de dirigir el gran esfuerzo de un grupo selecto de “mentes brillantes” para proyectar el cuerpo doctrinario de la FDA con una visión prospectiva de los conflictos del futuro (desde el 2050 hacia el 2100); Alberto es quien integra las operaciones cibernéticas específicas con las de los otros Cuerpos; también es el Jefe de Enlaces y Cooperación Operativa de nivel estratégico con los mismos y con las otras agencias cibernéticas del país. El promedio etario de los mandos cibernéticos es de 40 años.
Los Cuerpos Terrestre, Naval, Aéreo y, también, el de Ayuda Humanitaria han desarrollado capacidades ciberdefensivas de sus propias infraestructuras críticas militares y estratégicas (centrales nucleares, satélites, redes eléctricas, sistemas de mando y control, redes de comunicaciones, sistemas de armas, sistemas de control y todos los sistemas de apoyo cibernético a sus operaciones específicas).  También son capaces de enmascararse, ocultarse y hasta “desaparecer” cibernéticamente en su dominio específico.
El Cuerpo de Ciberdefensa se ha regenerado en una verdadera fuerza de Ciberguerra. Su capacidad está basada en la supervivencia en el ciberespacio y la disuasión cibernética que demuestra anualmente mediante la dirección de ciberejercicios ciudadanos nacionales, para garantizar la libertad y uso de los medios digitales que nuestro país dispone. El potencial cibernético militar es demostrado en ejercitaciones con simulación virtual, en ambientes combinados y multiagenciales, cada dos años, así como con acciones frecuentes, programadas y coordinadas en la Deep Web  que dejan huellas de autoría argentina, pero preservan el velo sobre las reales capacidades militares.  En la Internet “oscura” hay múltiples y verdaderos huecos secretos de total dominio por parte el Cuerpo de Ciberguerra, que constituyen sus diferentes posiciones de partida para los ciberataques planificados. 

Estamos en 2030. El punto de inflexión cibernético ha sido alcanzado por la FDA.  La curva de conocimiento empieza a tomar impulso.  El desafío del Cuerpo de Ciberdefensa es profundizar su diseño y generar nuevas organizaciones, adoptar una doctrina propia y obtener innovaciones tecnológicas disruptivas con desarrollo nacional, con la finalidad de afrontar los conflictos en desarrollo, no sólo los propios, sino atentos, alistados, adiestrados y posicionados para participar en los diferendos que se libran en los “agujeros” de Internet, cuando el nivel estratégico nacional lo decida.
 

Escrito por THIBERIUS. 

Producido por DO - TANK TABULA-RASA   

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