Episodio 18 - One minute out!
27.000 pies más abajo, y a través de la rampa abierta, se puede observar la confluencia del Rio Meta y el Orinoco. Si bien la noche es más oscura que la boca de un lobo, los waypoints seleccionados para la operación son fácilmente identificables. Las luces de Puerto Ayacucho son una buena referencia. El problema va a ser poder identificar la zona de aterrizaje dentro del Parque Nacional El Tuparro, del que sólo se puede apreciar una gran mancha negra en medio de lejanas luces aisladas.
Mientras Enrique Avdhool piensa en sus propios temores, trata de imaginar lo que deben estar sintiendo los dos perros que, totalmente equipados -incluso con oxígeno -, están listos para saltar junto a sus guías. Se los ve totalmente serenos. Son ya veteranos paracaidistas con más de una decena de saltos cada uno.
No quiere ni pensar el temor que deben sentir el ingeniero nuclear y el neurocirujano que los acompañan. Están equipados para hacer este salto en tándem, arnesados a un “piloto” veterano. Que sentirán estando por primera vez a tanta altura en un ejercicio que tiene todos los elementos y particularidades para las que se han preparado durante años?
A pesar del casco, la máscara de oxígeno y la luz tenue del interior del avión, puede mirar a los ojos a los demás integrantes del Pelotón y del personal agregado para esta operación. Sucede que además de los dos Especialistas provenientes de la Reserva de la FDA, también embarcaron seis militares de Brasil, Colombia y Chile que han participado de las actividades de planeamiento y preparación de la operación.
La aeronave pertenece a la Fuerza Aérea Brasileña, es lo más avanzado para este tipo de lanzamientos y es el resultado de un proyecto de desarrollo combinado entre Argentina y Brasil. Este particular modelo de avión ha sido introducido en el mercado de la aviación con gran éxito tres años atrás.
Se enciende la luz roja que indica que sólo quedan unos pocos minutos para el salto. Enrique realiza las tareas que ordena el Jefe de Lanzamiento y revisa su equipo e instrumental. El head-up display es un gran avance, pero aún debe chequear navegador, variómetro, altímetro, cronómetro y DME que deberá aprovechar al 100% para asegurar la navegación y aterrizaje preciso de todo el Pelotón Terrestre en el lugar indicado.
Los avances tecnológicos le permiten, con gran facilidad, observar una serie de mediciones en su display, además de mantener enlace permanente de comunicaciones con todos los integrantes de la patrulla, con la aeronave y con demás corresponsales que están en su red. Todo esto representa una gran ayuda y proporciona confianza. Si bien los paracaídas actualmente constituyen una verdadera “máquina de volar” y son cada vez más seguros, los riesgos existen y cada salto sigue siendo siempre “el salto”. Y como cualquier salto, requiere lo mismo que requería en tiempos anteriores, por más tecnología de avanzada con la que se cuente. En 2035 muchas cosas son más sencillas, pero la aversión al riesgo sigue siendo tan brutal y primitiva como siempre…
A pesar del clima cálido del lugar de aterrizaje, a esa hora y altura, el termómetro indica unos -43°. El tiempo de caída libre será de sólo 15 segundos. El tiempo calculado de descenso no superará los 24 minutos. En ese lapso se deben cubrir unos 40 km para aterrizar en el lugar designado.
Llevan una gran diversidad de equipo y carga general. Parte de la carga está constituida por contendedores que van arnesados en tándem a los paracaidistas. También hay carga preparada con sistemas autónomos de auto guiado. El Para-Robot 23 es otro avance tecnológico y se está probando con material muy sensible y de gran fragilidad en esta operación.
El Para-Robot 23 es un sistema robótico de lanzamiento de cargas aéreas que puede ser auto-guiado empleando sólo imágenes aéreas o satelitales, tal cual lo hace una persona. Navega basado en la detección y “visualización” de los accidentes geográficos a diferencia de los sistemas anteriores que lo hacían empleando señales de GPS. La gran ventaja de estos sistemas actuales es que su señal no puede ser distorsionada o bloqueada como podía ocurrir con la navegación satelital.
Como el sistema aún permite el guiado remoto, y para reducir el temor y darle un motivo para mantener la mente ocupada de los dos Reservistas que saltarán en tándem, se los ha entrenado para que sean ellos quienes hagan el guiado remoto de los Para-Robot. De esa manera aliviarán en gran medida la tensión que el salto les va a generar y servirá para que se sientan integrados e “irreemplazables” durante toda la operación.
Escucha la orden de Un Minuto!, y todos se aproximan al borde de la rampa. El equipo controlado y listo, la mirada fija en el jefe de lanzamiento, y en la luz roja encendida….
De pronto, luz verde. Saltan
Ya “colgado” del velamen, Enrique controla velozmente el instrumental para ver el rumbo de navegación. Todo bajo control.
Comienza a chequear el resto del Pelotón. Quiere asegurarse de que todos están con su paracaídas abierto e ingresando a la “formación”.
Con su visor térmico, y mediante la luz beta de cada paracaídas, puede identificar claramente a todos los integrantes. Así, verifica que tanto los “solo-jumper”, como los “tándem” y las cargas dirigidas por robot están en el lugar y altura esperada.
La formación está lista y comienzan reunidos la navegación aérea.
Unos 22 minutos de frio y turbulencia los esperan mientras se aproximan al punto de aterrizaje seleccionado. Entre los controles del rumbo, altura, variación de presión y temperatura, lectura de la posición de los Para-robot y la identificación de los waypoints en el terreno, hay mucho en que ocupar la mente.
Mientras navega, Enrique Avdhool, paracaidista con quince años de experiencia y más de 1.800 saltos en su haber, sin darse cuenta se vio transportado al Área 4. Allí, junto al Complejo dedicado a la experimentación y entrenamiento en ambiente urbano funciona el Centro de Entrenamiento en Técnicas Avanzadas de Infiltración. Este centro es un elemento muy importante dependiente del Centro de Transferencia de Conocimiento. En ese lugar conoció muchas personas que no sólo lo formaron técnicamente como paracaidista, sino que le inculcaron un amor especial por la historia, las tradiciones y el espíritu que los anima y animó desde siempre. Luego, en el Lab de Caída Libre, practicó y reprodujo miles de veces las técnicas y destrezas necesarias para ejecutar ese tipo de lanzamientos. Recuerda el moderno túnel de viento que le permitió tener horas de caída libre acumulada con diferentes equipos y en distintas condiciones, y reconoce que esto le facilitó enormemente su desempeño en los saltos bajo condiciones reales. El túnel fue fundamental en la eficiencia que tuvieron todos sus lanzamientos, el ahorro que ello significó y el menor nivel de exposición a riesgos innecesarios gracias a esa máquina. Rápidamente vienen a su mente el intenso esfuerzo de adiestramiento físico, las clases de táctica, las de medicina aeroespacial, de fisiología, de idiomas y de navegación aérea, entre muchas otras. Debe reconocer que todo eso, sumado a una serie de ejercicios con objetivos claramente definidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje fueron claves para el éxito de lo que estaba llevando a cabo en ese momento.
Avdhool pasa por una turbulencia que le sacude su velamen varias veces. Se infla y se desinfla desordenadamente y le hace perder de golpe unos cientos de pies…. Su cerebro vuelve al salto. Mira el display y observa la altura; 12.000 pies. Controla la formación de la patrulla y el desplazamiento de las cargas autodirigidas y comprueba que todo evoluciona de acuerdo a lo previsto.
Nuevamente, mientras escucha el silencio de la noche, su mente vuela. Piensa en el ejercicio que están protagonizando. Denominado “Operación Orinoco”, integra las diferentes secuencias que han practicado y resume la mayor parte de los Objetivos de Adiestramiento de la FDA:
- Patrulla de paracaidistas que emplea tecnología de última generación y realiza actividades de elevado nivel de riesgo al límite de las exigencias establecidas combinando el empleo de artificios robóticos auto-guiados y animales.
- Empleo de bases, aeronaves, vehículos y ayudas de navegación pertenecientes a diferentes países de Sudamérica operando integrados.
- Patrulla integrada con personal de diferentes países y pertenecientes a diferentes Cuerpos de la FDA basando su organización y estructura de mando en la finalidad de la operación.
- Integración de personal de la Reserva, altamente calificado, identificado en el Mapa del Conocimiento y que, debido a las exigencias del ejercicio, era necesario incorporar a una organización militar con la finalidad de desarrollar funciones claves en un determinado objetivo.
- Desarrollar el ejercicio en cualquier espacio territorial de América del Sur acorde a los objetivos principales de la DASUR de estar en capacidad de interoperar y desarrollar actividades en cualquier lugar del continente, integrando tropas de todos los países miembro.
- Practicar la mayor cantidad de técnicas y destrezas con la presencia de un enemigo conducido por el respetivo Lab durante todas las fases de la operación desarrollada en el ejercicio.
- Planificar operaciones que por su complejidad y trascendencia implican la explicación y presentación del concepto de la operación a diplomáticos y políticos, nacionales y/o extranjeros, quienes deben estar al tanto de la operación motivo del ejercicio para que mediante el conocimiento de las actividades a desarrollar estén en capacidad de atenuar consecuencias políticas o diplomáticas a causa del desarrollo de éste.
- Administrar de manera combinada información clasificada para facilitar la generación de escenarios ficticios con gran similitud respecto a posibles situaciones que amenacen las paz y seguridad internacional.
.Enrique escucha en su auricular un bip-bip. Mira el display: 8.000 pies. Mira el terreno, controla los puntos de navegación, observa nuevamente la formación de la patrulla, chequea una vez más las cargas auto-dirigidas y, con alegría profesional, percibe que todo se desarrolla de acuerdo a lo planificado. Respira aliviado. Ya sin oxígeno, rememora esa gran enseñanza que había recibido en uno de sus primeros intercambios conjuntos, y del que hacía culto: “Plan the jump. Jump the plan’”. La temperatura es de 8°, lo esperable a la 1 am y a esa altura sobre el nivel del mar.
Trata de imaginar qué estarán pensando los “pasajeros humanos” en ese momento y recuerda una de las primeras clases en las que estos “Súper Especialistas” civiles participaron. Sus nombres habían surgido de la Base de Datos de la Reserva de la FDA e integraban el Mapa del Conocimiento en puestos destacados. Aquella clase comenzó con la proyección de la película Captain Phillips, un clásico del 2013 inspirada en hechos reales, ganador de varios premios. Sonriendo viene a su mente la imagen de uno de los alumnos, era médico y no entendía porque lo “llevaban al cine” si se suponía que era una clase de táctica. La película se proyectaba y, cada tanto, el profesor la hacía detener y explicaba detalles de la operación real. De esta manera el médico se enteró que se trataba de una misión en la que una patrulla de paracaidistas mediante un lanzamiento de alta infiltración había ejecutado una operación empleando el método HAHO . En esa operación, llevada a cabo por un grupo de Navy SEALS, saltaron sobre el mar en el Golfo de Adén próximos a la posición donde se hallaba el Maersk Alabama, la embarcación a cargo de Phillips. Se reunieron en proximidades del buque secuestrado y abatieron a los piratas somalíes. Integraba la patrulla de rescate un médico, preparado para atender las heridas y lesiones del Capitán Phillips. Mientras miraba la película su cara se fue transformando hasta entender que le estaban mostrando las infinitas opciones que tendría al ser miembro de la Reserva de la FDA y las posibles situaciones que podría llegar a tener que enfrentar.
Ese mismo médico, en ese preciso instante estaba experimentando en carne propia una operación de infiltración aérea.
Por el momento todo va saliendo de acuerdo a lo previsto. Por suerte a nosotros no nos esperan piratas somalíes en el lugar de aterrizaje. Ya a 2.000 pies, Enrique , como Jefe de Patrulla se apresta a identificar el lugar exacto de aterrizaje. El DME se lo indica. Puede observar con claridad los últimos detalles del terreno, chequea por última vez sus instrumentos y se entusiasma con la idea de que todo está saliendo de manera sobresaliente y según los planes.
Se apresta a romper el silencio de radio, como estaba indicado.
Cuando está seguro del lugar de aterrizaje establecido, mira el reloj, y por el micrófono incorporado en su casco expresa:
One minute out!
Escrito por Jack.
Producido por DO - TANK TABULA-RASA
PROXIMO EPISODIO. Rumbos al Sur.
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